viernes, 11 de mayo de 2012

¡Extranjeros expulsados en pateras de la universidad!


Como ya dije en la entrada anterior del blog, el Gobierno pretende hacer una subida abismal de las tasas a los estudiantes de universidades públicas. Si antes se pagaba hasta un 15% del coste real (dependiendo de cada Comunidad Autónoma), el Estado presenta una horquilla de entre el 15% y el 25% del coste real de los servicios.

La gente está saliendo a la calle en protestas (y ahora más activamente pues ya está aquí el aniversario del 15M) y planteándose para sí mismos durante noches de insomnia, consultando con la almohada, si de verdad van a conseguir un futuro académico digno. Aquí en Castilla y León, se plantea una subida de entre 200€ a 400€ de media (algo todavía difuso, pues se plantea la subida al 20%, y las cuentas no cuadran). Muchas familias no se podrán permitir ese gasto teniendo en cuenta que vamos a por el 25% del paro, con una subida de precios, del IVA y un congelamiento e incluso reducción de los sueldos.

Os voy a contar mi situación en concreto.


Soy de nacionalidad brasileña. Tengo 20 años y estudio  1º de Grado en Ingeniería Informática. Debería estar en 2º, pero el curso anterior me matriculé en Arquitectura pues me llegaba la nota de sobra y me lo podía permitir por haber entrado con una Matrícula de Honor (¡y gracias a ello pude comprar un portátil del que estoy escribiendo esta entrada!). No me gustó para nada, y me cambié este año a Informática porque es lo que de verdad me gusta (quiero ser desarrollador de software, en especial, de videojuegos, un sueño de toda la vida).

Llevo todo el año ahorrando 200€ como mucho del dinero que me envía mi madre al més para poder pagarme el año siguiente con un cierto margen de seguridad en caso de que me toque repetir asignaturas (que salen más caras). La subida de tasas dificulta bastante mi situación, pero entre mis cálculos me sale viable pagarme el año siguiente.

El caso es que en el Real Decreto Ley 14/2012, muy discretamente hay un apartado que dicta más o menos lo siguiente: "los estudiantes extracomunitarios tendrán que abonar hasta un 100% del coste real del servicio". Eso en mi ingeniería rondaría los 9.000€ un año completo de curso.
La excusa que tiene el gobierno es que los estudiantes que salen de sus países solo por formación académica "pueden permitirse el traslado" y que además para tener un permiso de estudios "hay que acreditar un cierto capital para permitirse su estancia en el país".

Es verdad. Se pide tener un poder adquisitivo para estudiar en España. De unos 500€ al mes. Os aseguro que quien vive con 500€ no se puede permitir pagar una carrera de 6.000 (de media) en un centro público. Si tan sobrados de dinero están los extranjeros (que me da la risa de solo pensarlo) estudiaríamos todos en Oxford o en universidades de mayor prestigio. Esto es una medida xenófoba en toda regla. Y una puñalada a todos los que sufren este tasazo en mitad de una carrera. Es hasta una falta de ética hacer que alguien que ha estado pagando alrededor de 1200€ por año pase al siguiente pagar 7 veces más. Si ya los españoles están saliendo a la calle por una subida de 600€ más o menos, imaginaos si de repente os dicen que paguéis el total de 6000€ (que en mi caso es más, por ser Ingeniería). Es absurdo. Y además, si son tan pocos como dicen (dicen que somos cuatro gatos), me pregunto qué narices va a querer ahorrar el Estado destruyendo la carrera académica de esa gente. No solo mi carrera académica se verá afectada.
Yo, un año antes de llegar a España
Llevo viviendo en España desde los once años. Parte de mi infancia y toda mi adolescencia la he vivido "a la española". No tengo la nacionalidad por estar siempre con permiso de estudios. Pero lo que diga un papel no indica lo que me considero ni lo que siento. Tenía planeado sacarme la carrera en España, tener un trabajo aquí (y después de dos años cotizando pedir la nacionalidad), casarme, montar una familia, y por qué no, acabar siendo enterrado aquí.

Pero tras esta reforma, no me veo en condiciones de permitirme siquiera un año más de carrera. Para pagar esa burrada de dinero, tendría que acabar pidiendo préstamos y endeudándome. En esos casos, 2000€ más o menos dan igual. Si es para endeudarme, preferiría ir a universidades de mayor prestigio (total, si ya te endeudas). España no tiene ni una universidad dentro de las 150 mejores del mundo (datos del Gobierno). A ver quién es el tonto que se va a pagar 7000€ por un servicio público. Hasta que España no mire de igual a igual a las universidades del resto de Europa, con esas medidas lo único que hace es cerrarse al resto del mundo, pues hay ofertas mejores en otros países e incluso más rentables en centros privados dentro de España.

Esa subida abismal del precio a los extracomunitarios es una clara expulsión. La universidad pierde su internacionalización y España dejará de ser destino académico para el resto del mundo porque los precios que exigen las universidades publicas de España no salen rentables comparándolo con la oferta educativa de otros países europeos.

Y para los que digan que "es que no vamos a pagar la carrera a estos si no pagan impuestos" o que "cuando salimos fuera también nos hacen pagar, ¿por qué entonces aquí no?", que sepais que quitando a EEUU y poco más, en países latinoamericanos, por ejemplo, la universidad pública es gratis. Y no hay diferenciación entre nativos y extranjeros. Si la subida de tasas os asfixia y decidís buscar oportunidades más viables, que sepáis que en esos países (en vías de desarrollo) seréis bienvenidos y tratados como uno más y tendréis el servicio gratis en los centros públicos. Al contrario de lo que está pasando aquí en España.

Es fácil tomar ciertas medidas cuando no te toca, y como no puedo haceros pasar por lo mismo, por lo menos os acerco a un caso concreto, y de ahí que cada uno se saque sus propias conclusiones.


Siempre tuve en mente que mi estancia en España podría ser temporal. Mis amigos (la familia que he formado lejos de mi país) saben que es probable que nos distanciemos. Pero siempre creí que eso ocurriría por elección mía: ya sea por hacer un año tipo Erasmus, o por encontrar un trabajo fuera de España que me enriqueciera profesionalmente, en suma, por buscar un futuro mejor. Pero jamás imaginé que esa situación se fuese a dar debido a una expulsión malamente disfrazada por el Gobierno.

Si se aprueba esa medida contra los extranjeros extracomunitarios (que ya veo que en Valencia se va a dar, por tanto poco espero de Castilla y León y de las demás Comunidades Autónomas), me veo ante una de las despedidas más doloras y que más marca dejarán en mi vida. Años y años de convivencia, de complicidad, de amistad, de familiaridad, de confianza, de apoyo, de sinceridad, de momentos maravillosos (aunque a veces no tanto), en fin, un período de plena felicidad se verá apuñalado por la daga más manchada y oxidada jamás vista: tres simples líneas de un documento. Si aún tengo fuerzas para escribir esta entrada, es porque todavía no he asimilado del todo lo que se me viene encima.

Pienso y me proponen salidas: conseguir un permiso de residencia con un contrato de más de seis meses (algo casi imposible con la tasa de paro que hay, y con un curriculum de estudiante en carrera), hasta casarme para luego pedir la nacionalidad...

Si me tengo que ir, no lo consideraré mala suerte, sino que me lo tomaré como algo personal. Como una traición por parte de un país al que siempre he querido como si hubiese nacido en él. Me iré amargado de vuelta a mi país. Podría probar a hacer un intercambio desde Brasil a España, pero a estas alturas ya no tendría sentido hacer eso. ¿Para qué volver a España? Tendría una cicatriz mal curada. Y a pesar de tener a todos mis amigos aquí, cada uno tiene que seguir con su vida.

Quizás en un futuro, con una oferta de trabajo con la que valga la pena volver a España, retome mi vida y vuelva a ver a mis amigos. Pero eso es otra historia. Ahora sólo sé que es muy probable que una etapa de mi vida se cierre. Y de la forma más dura e injusta.

No os pedí permiso para publicar esta foto, ¡espero que no os importe!

miércoles, 9 de mayo de 2012

¡Amebas y gaviotas invaden la universidad!





Estamos a principios de Mayo de 2012 y hay un malestar tremendo entre los alumnos de la UVa (Universidad de Valladolid) debido a la subida de las tasas universitarias que se aprobó en el Real Decreto Ley 14/2012 del 20 abril de 2012.
El gobierno, ahora en manos de la mayoría absoluta populista con Mariano Rajoy al frente, está haciendo recortes en Sanidad y en Educación (contrariando su política electoral, ¡qué raro!) poniendo en un brete los servicios públicos y dejando gradualmente vía libre a la privatización de los dos pilares que en mi opinión, proyectan el potencial de una sociedad: la salud y la cultura.


Los estudiantes tenemos miedo de que se use la actual crisis para justificar el ahorro en servicios públicos (sueño erótico del actual Gobierno) y nos movilizamos entre nuestro compañeros. Repartimos dípticos, pegamos carteles, hacemos pasaclases (entramos en las clases para informar, si los profesores amablemente nos donan un mísero minuto de su tiempo), notas de prensa... todo con la intención de que los alumnos se concienticen del problema que nos incumbe ahora y que salgan a protestar por sus derechos o por impedir abusos de las altas esferas.


¿Pero cómo responden ante tales estímulos? Los estudiantes presentan un abanico de reacciones bastante divertidas que tienen sus análogos en la vida fuera de la universidad, pero sin embargo los nombraré aquí según la rabia que me den: 


Primero tenemos los "amebas", aquellos estudiantes que pasan olímpicamente de todo. Da igual si las cosas les afectan directamente o no, psicológicamente nacieron sin brazos, sin piernas y sin cabeza. Solo se dedican a existir, aprobando las asignaturas que les deje la vagancia, y si no se pueden permitir matricularse en una carrera simplemente vivirán de sus padres como personas asistidas y conformistas, y algún día, tendrán la fuerza suficiente para levantarse de la cama y suicidarse.


Por otra parte encontramos a los "bótox": estudiantes que en el momento de inyectarse toxinas en la cara, les picaba demasiado el culo y olvidaron sonreir, condenándose a llevar siempre una cara de refunfuñado por el mundo: la viva imagen de un sodomizado pintado por Picasso. Los bótox son como amebas pero con capacidad de hablar  y con fuerza de voluntad mal enfocada. Se pasan el día quejándose y defienden que todos los profesores son unos inútiles, que todos los alumnos son unos vagos y egoístas, que los políticos son unos cabrones, que todo está muy mal, pero no saben, ni quieren saber y ni confían en ninguna forma de cambiar las cosas que no sea el quejarse para otros bótox y para sí mismos, porque hacer protestas es cosa de perro-flautas. Se cree que los bótox son viejas del parque que se han reencarnado. Chamanes afirman que están poseídos por demonios malignos. Yo me lo creo.



En contrapartida podemos hablar de los "avestruces": aquellos estudiantes que se dan cuenta de la dimensión de los problemas y en lo que les podría afectar. Se creerán que iran a saco a protestar, pero la más pura verdad es que les da tanto miedo todo, que les aterra hasta librarse de sus problemas. Lo normal es que se frusten a la mínima y se desesperen con facilidad. Les informas y como buenos avestruces, meten la cabeza bajo el suelo y que el mundo mismo se encargue de arreglarse mientras comen gusanos. Sin embargo son un buen medio de difusión ya sea en redes sociales o por el boca a boca, porque los gusanos que comen cavan túneles por los que los avestruces se pueden comunicar con otros de su misma especie, también con la cabeza enterrada por sus propios problemas personales.



Me gustaría mencionar a los estudiantes "polén": estudiantes que se mueven según sople el viento. No tienen realmente noción de cómo funciona el mundo actualmente y proponen filosofías de vida y de política que se contradicen pero se aceptan igualmente porque son cosas "guays" que cuanto más veces se dicen más alternativa vuelve a la persona que lo dice, algo que también es guay. Y todo lo guay, creáis o no, deriva en sexo libre. Si no entendéis qué quiero decir con esto, estáis igual que yo, porque tampoco tengo ni idea de cómo funcionan los impulsos eléctricos de sus neuronas. Pero eso no importa, les llamas a cualquier movilización contra el Estado o contra cualquier cosa que se salga de su vocabulario y la apoyarán a viva voz. Son buena masa crítica, eso es cierto, aunque la acaban liando de un momento a otro, dando mala imagen a cualquier intención reinvindicativa.


Además, están los alumnos "dropbox": estudiantes que están totalmente informados de lo que pasa, pero sin embargo no tienen sentido crítico alguno. Su cabeza no es otra cosa que un dropbox compartido por todos los seres de este planeta. Cualquier persona puede convencerle de cualquier idea siempre y cuando esté enmascarada con rasgos de coherencia, pero a la mínima que los medios actualicen su "carpeta cerebral" de compartición universal, cambiarán de parecer inmediatamente y hasta se volverán en tu contra durante unos segundos, hasta que vuelvas a convencerles de lo anterior. Son estudiantes inestables, y su presencia en protestas solo depende de la última persona con la que hayan hablado.


No podría terminar sin mencionar a los "gaviotas". Se pasan el día repitiendo la misma frase: "mío, mío, mío, mío". Los que hayáis visto "Buscando a Nemo" entenderéis de qué estoy hablando. No me hace falta seguir porque creo que es bastante obvio quiénes son.


Por supuesto, a pesar de todo ese panorama, están los estudiantes que, informados o no, saben que de cualquier persona se puede aprender y que nadie tiene la razón absoluta, que uno puede estar siempre equivocado y analizan por tanto con humildad cualquier idea y defienden con fuerza y confianza aquellas concepciones obtenidas mediante un razonamiento objetivo pero empático. No sé cómo llamarles de forma divertida, pues mi creatividad se nutre bastante del sarcasmo y de la rabia. Sin embargo, para mí esas personas (ya no sólo estudiantes) son la esperanza de cualquier problema. El mundo no es peor de lo que es por la existencia de ese tipo de gente, que no tienen por qué ser personajes historicos ni figuras famosas. Están ahí, aportando su granito de arena, cambiando el mundo desde abajo, no desde la sombra, sino bajo un sol abrasador que los castiga cada momento en que intentan desafiarlo con su mirada. Y eso es así porque ninguno de ellos suele ser recompensado por tanto esfuerzo. Vivan los buenos.

lunes, 30 de abril de 2012

Un político sincero





Los votos ya están contados, y por una mayoría aceptable el pueblo, vosotros, habéis elegido depositar en mí la esperanza de consecuencias mejores. Me presento, si me dais el permiso, como vuestro nuevo mesías. ¿Tienen problemas mis conciudadanos? ¡ Para qué está mi figura si no! Señoras y señores, estamos ante el principio de un nuevo gobierno. Haces de luz se pueden ver más allá del horizonte. ¡Es el comienzo de un nuevo ciclo!

Queridos necios e ignorantes, a partir de hoy, os prometo la mentira más dulce de todas. Os mentiré a todos, a cada uno de vosotros. Pues creéis cualquier cosa, y es de buen grado para alguien con don de gentes como yo tener hasta al más ingenuo comiendo de la palma de la mano.

Ahora mismo os echaré en vuestros ojos secos y muertos por la amargura, una felicidad virtual y grasienta que seguirá con el empacho más alucinógeno de la historia. ¿Y por qué, queridos caninos? Mirad mi curriculo vitae: diplomas y más diplomas, para dar y regalar. ¿Sabéis leer? En realidad no importa. No os tenéis que preocupar por nada, queridos cachorrillos. Yo me encargaré de todo a partir de ahora.

Veamos: un grado en Demagogia, varios campamentos de retórica, cursos de desviación de bienes, un máster en Hipocresía Implícita y nada menos que un doctorado en Apatía Social. Todo esto, por supuesto, lo he estudiado en centros de élite. No digo que vuestros hijos se verán limitados, ¡no señor!, pero entre "nosotros" ya hay un acuerdo, y cierta gente "pequeña" está vetada. ¡El club es así!.

Si es que mis queridos ciudadanos no son nada tontos. Pero nada de nada. ¡Sabéis lo que queréis! Veo que os aburrieron mis anteriores compañeros, pero gracias a mis estudios os puedo asegurar que eso no va a pasar conmigo. Tras años de investigación, os presento... ¡la máquina de hacer pompas gigantes! Oh, por vuestros ojos puedo decir que estáis deseando probar los servicios de tal ingenio. Seguro que ahora mismo os imagináis flotando dentro de esas pompas super resistentes y cómodas. Y sobre todo ¡opacas! Me encanta la tecnología.

Desde que tengo uso de razón llevo esperando con ansias este momento. Siempre supe que la mentira es un producto que vende y no una moda pasajera. Y es que con tantos medios para "limpiar" vuestras humildes cabecitas, tonto es el que no se suba al mismo barco. Recuerdo cuando entre clases soltaba los típicos comentarios de adolescente rebelde para aumentar un poco más mi ego frente a la imposición de lo establecido: "Esto no me sirve para nada". Después de todos estos años me doy cuenta de que... ¡tenía razón! Siempre la tuve. Y como buen gobernante, os prometo que a partir de ahora vuestros hijos jamás tendrán que saber ninguna de esas cosas "inútiles".

Oh, perdonad un momento. Es que, de solo pensar en lo superior que me he vuelto con respecto a todos vosotros me salta una pequeña lagrimilla. No, tranquilos, no es para tanto. Preocupaos más por vosotros, esos pañuelos que me ofrecéis con tanto ímpetu para hacerme la pelota os será de gran ayuda más tarde. Aunque... en realidad no. ¿Os he dicho que mis pompas son amnésicas? Si es que está todo pensado.

He oído que mis queridos fantoches se han vuelto muy consumistas últimamente. ¡Qué prisa tiene todo el mundo hoy día! No importa. Tragad todo lo que queráis. Tengo falacias de varios sabores, recién horneadas todas las mañanas y en grandes cantidades. Solo tenéis que sentar en vuestro querido sofá y esperar con las pupilas dilatadas las mentiras hechas por el mejor chef de todos: ¡yo mismo! Si vuestro horario no cuadra con el mío: ningún problema. Me he asegurado de que saquen la misma horneada varias veces al día. Estoy seguro de que acabaréis bien alimentados. Porque mi canal es el más decente y el único que tenéis que ver en este país. ¿Lo sabéis, verdad? ¿Verdad?

¿Que qué pasará con mis anteriores compañeros, preguntáis? A quién le importa. Nada más salir del cargo no sé qué se meten en la cabeza que les da por sufrir accidentes sin ton ni son. ¿Absurdo, no es cierto? Es broma, los mataré a todos. Pero sigamos hablando del hermoso futuro que nos depara, muñequitos de trapo. Sé que estáis cansados de tanto cambio cada tantos años, pero os olvidais de una cosa: mis pompas son amnésicas. Hasta parece que ya están surtiendo efecto. Es cierto, estos cuatro años van a ser muy intensos. ¿He dicho cuatro? Ja ja, cuatro...

No nos vayamos por las ramas. Lo prometido es deuda. Preparé especialmente para este discurso, el de mi victoria sobre mis compañeros y por supuesto, sobre todos vosotros, necios, todas las bases que sentarán estos próximos cuatro años... ¿He vuelto a decir cuatro? Dios mío. ¡Mi subconsciente es bastante bromista! De todas formas... no, paso de contaros nada. ¿Para qué? Ya notaréis los cambios por vuestra cuenta. Os aseguro que va a ser muy divertido.

¿Suicidio? Oh, por favor, ¡no sean infantiles! Estamos y estaremos en una contínua crisis para mejorar mi nivel de vida, no hay tiempo para la muerte. ¡El suicidio es un lujo! Irse del mundo sin haber pagado vuestra pensión es el peor de los crimenes. Si os atreveis, vuestros hijos tendrán que vivir el doble, y ya sabemos lo que esto significa ¿no es así?

¿Por qué esas caras? ¿Acaso os parece mal las razonables condiciones que os propongo? ¿ Acaso no es eso lo que queréis: un cambio? Ah, veo que volvéis a sonreir. ¡Mis pompas son magníficas! Acostumbraos queridas hormiguitas, acostumbraos. Esa va a ser vuestra rutina a partir de ahora: recepción de información, indignación, olvido de la indignación y aceptación. ¡Sereis incluso más eficaces y económicos que los chinos!

Ahora, me tendréis que perdonar, queridos súbditos. Tengo que volver con mis cavilaciones acerca de cómo explotaros cada vez más sin que fallezcais de amargura y fatiga. Por ahora esto es todo.

Seguís sonriendo. Sabéis, esas pompas amnésicas me gustan cada vez más. Ahora que observo vuestros rostros, me siento como el flautista de Hamelín. Pero en vez de guiar ratones o niños, siento que dirijo una fila de peces. Porque eso es lo que sois a partir de ahora, queridos pececillos. No os preocupeis. Los peces deben de ser los animales más felices del mundo. Siete segundos de memoria. ¡Para qué más! Lo que significa que vosotros también seréis los seres más felices del mundo. ¡Incluso más que yo! ¿No es maravilloso?

Sí sí, van a ser los mejores cuatro años de vuestras vidas. ¡Ja ja, cuatro años, esta vez lo he dicho a posta!